Tormentas eléctricas y lluvias aisladas: Alerta en el Norte de Chile hasta el 7 de enero
La Dirección Meteorológica de Chile emitió una alerta para las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, debido a la probabilidad de tormentas eléctricas en la precordillera y cordillera, iniciando la tarde del jueves 2 de enero. El fenómeno, relacionado con una condición sinóptica conocida como “alta de Bolivia”, trae consigo precipitaciones aisladas y descargas eléctricas, concentradas principalmente durante las horas de la tarde y noche.
Un fenómeno que persistirá varios días
Según el reporte oficial, esta situación meteorológica se extenderá hasta la tarde del martes 7 de enero, manteniendo un riesgo moderado en las zonas altas del norte del país. Las tormentas eléctricas, que suelen ser poco comunes en esta región, podrían generar acumulación de agua en sectores específicos y complicar las condiciones de tránsito y seguridad en áreas cordilleranas.
Recomendaciones para la población y turistas
Ante este escenario, las autoridades hicieron un llamado a extremar precauciones, especialmente para quienes transiten por zonas montañosas o precordilleranas. Además, instan a los turistas y comunidades locales a mantenerse informados a través de los canales oficiales de la Dirección Meteorológica de Chile y a evitar actividades al aire libre en momentos de tormenta.
En particular, se recomienda no exponerse a descargas eléctricas y evitar refugiarse bajo árboles o estructuras metálicas, así como tener precaución ante posibles crecidas de ríos o arroyos por las precipitaciones.
Impacto en una temporada estival clave
El anuncio llega en plena temporada turística, lo que podría afectar la planificación de quienes visitan las regiones del norte para disfrutar de sus atractivos naturales. Los operadores turísticos han sido informados de la situación y trabajan para ajustar itinerarios y garantizar la seguridad de sus visitantes.
Este fenómeno destaca la necesidad de preparación y conciencia frente a eventos meteorológicos inesperados, reforzando el papel de las alertas tempranas para mitigar riesgos y proteger a las comunidades.