TOP de Iquique condena a 5 años de libertad vigilada intensiva a funcionaria de Aduanas por apremios ilegítimos
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Iquique condenó hoy –miércoles 7 de septiembre– a J.M.S.R. a la pena de 5 años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva por igual lapso, en calidad de autora del delito consumado y reiterado de apremios ilegítimos. Ilícitos cometidos en junio y agosto de 2019, en la Avanzada Aduanera del río Loa.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Loreto Jara Peña (presidenta), Moisés Pino Pino y Guillermo Améstica Zavala (redactor)– aplicó, además, a J.M.S.R. las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena.
Por cumplir los requisitos legales, el tribunal sustituyó la pena privativa de libertad impuesta a la sentenciada, por “la de libertad vigilada intensiva, por el término de la condena, debiendo presentarse en el Centro de Reinserción Social de la comuna de Iquique dentro del plazo de 10 días desde que quede ejecutoriado el presente fallo”. Asimismo impuso la condición de prohibición de acercarse a las víctimas o de comunicarse con ellas.
En la causa, el tribunal decretó la absolución de J.M.S.R. de los cargos formulados en su contra por la querellante Instituto Nacional de Derechos Humanos, que calificaba los hechos como constitutivos de dos delitos de tortura.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que a las 11 horas del 20 de junio de 2019, la acusada se encontraba realizando fiscalización de drogas en la Avanzada Aduanera del río Loa, contexto en que sometió a revisión a tres ciudadanas bolivianas, a las cuales obligó a desnudarse y sometió a vejámenes denigratorios con el propósito que evacuaran los ovoides de droga que portaban.
Proceder que reiteró el 23 de agosto de 2019, al controlar a dos ciudadanas bolivianas sospechosas de trasladar de drogas, a las que llevó a la sala de revisión, lugar donde las denigró y golpeó en forma reiterada en abdomen y bajo vientre con el fin de que las víctimas confesaran que portaban ovoides ingeridos.