Incautan más de tres mil peces ornamentales en control fronterizo
Venían a bordo de un camión cuyo transportista declaró traer solamente 1.800 ejemplares.
Las incautaciones de peces ornamentales ingresados ilegalmente por pasos fronterizos de la región y el riesgo que su entrada genera para el patrimonio sanitario del país, ha sido un tema de preocupación que ha alertado a las instituciones que trabajan en el tema.
Tras un análisis de perfilamiento de riesgo y gracias al trabajo conjunto entre diversas instituciones (Sernapesca, Aduanas y PDI) fue posible la incautación de más de 3.000 unidades de peces ornamentales en el complejo fronterizo Chacalluta, los cuales venían repartidos en diversas bolsas de plástico.
En esta oportunidad, la detección de las especies fue posible gracias a la revisión efectuada por personal de Aduanas y Sernapesca, quienes coordinados con los detectives de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de Arica, procedieron a fiscalizar a un transportista que ingresaba desde Perú, quien había declarado en su solicitud de ingreso traer mil 800 peces ornamentales.
Al efectuar el conteo y revisión de las especies, se logró establecer que la cifra no coincidía con la declarada por el chofer del camión en el que hacían ingreso los peces, por lo que inmediatamente se procedió a la incautación de los animales en atención a la falta administrativa al no declarar la cantidad exacta.
El propietario de la importación fue multado por el Servicio Nacional de Aduanas por lo que todas las especies fueron entregadas a un centro de cuarentena.
La detección del ingreso de estas especies se debe al trabajo conjunto de las tres instituciones en lo que se denomina “Mesa interinstitucional de trabajo sobre peces ornamentales” de la Red Sustenta, red de fiscalización de reúne a varias instituciones públicas.
El pasado mes de diciembre, la PDI lanzó junto a Sernapesca la campaña “No a la internación ilegal de especies ornamentales” a fin de dar a conocer a la población respecto a los riesgos que significa la compra e ingreso clandestino de especies marinas ornamentales (peces, crustáceos o algas) que ponen en peligro el patrimonio sanitario del país al ser potenciales vectores de enfermedades exóticas.